domingo, 19 de agosto de 2018

Son las diez otra vez
Interminables huaynos suenan 
Y ya casi que 
Los dejo de escuchar
Casi que. 
Resulta ser que aparece intermitentemente
La sensación de que el otro
Está en mi cuerpo
Y yo, no sé si las sensaciones son mías
O del otro.
De los Mil personajes
El demonio azul se alimenta de todos.
Se aprovecha de todo
Todo lo toma
Y él, es el que dispone
Todo.
Y yo, que todo lo di,
Desaparezc
Como esa palabra.
Cuando él habló de
El juego de los espejos,
Quise dejar de jugar
Y así ver los reflejos.
Pero
Seguí.
Y ahora, que ya nadie juega
Los reflejos se vuelven cuerpo
Y mente
Y no me gustan
Ni los juegos
Ni los cuerpos
Ni la mente
Ni lo que todos ellos generan.
¿Qué sentís vos cuando los acordes se marcan en la piel?
Porque ahora tu voz en mi voz
Se apodera de todo
Como el demonio azul
Y otra vez
Se descose mi ruta.
A mi lado
Ofrendan a la Pachamama
Y recuerdo el espíritu que sobre la importancia de las ofrendas habló
De los ciclos
Del equilibrio
De dar
Del recibir
Del saber recibir
Del saber dar.
Y yo que había dejado de escuchar
Ofrendé música.

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