Un pequeño cisne se abre paso y vuelo desde la copa de un quebracho juvenil.
Todavía queda monte...
Se respira un viento cálido que hace de este día, de los más inusuales.
La vida, como una colección de rincones calmos y, aunque otoñe, siempre verde.
El agua clara siendo hogar y su caudal,
canción de cuna para la adultez.
El sol del lado contrario, un secreto: algunos humanos se andan eclipsando.
Todavía queda monte y tantos, tantos pájaros.
La soledad como compañera
y los miedos, siempre latentes, como alertas. Pero ante todo, la entrega al monte y la confianza en su protección.
El silencio que habilita la escucha del sonido natural.
La tranquilidad de estar... en este punto de la tierra que, hace años, me libera.
domingo, 11 de julio de 2021
Nido
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