La naturaleza del lector puede cruzar ríos de gran caudal.
A la vera, mágica inmensidad de quiénes somos. Las tardes de lectura, nuestro mayor tesoro.
En mi letargo, una taza de café es un oasis. No estoy sola. Junto a ellas buscamos una cafetería. Entre árboles, se esconden unas escaleras ...
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