Danzo una melodía de ensueño
Donde no juegan los pensamientos.
El agua está en calma, el alma
Lo intuye, y huye del tiempo.
El tiempo deja de ser,
No existe,
No hace falta el movimiento.
Y surgen los versos
Que giran en todo mi cuerpo
Como la tierra gira en el universo.
Y me siento en un paraíso, que solo compartiría
contigo.
Descubro cada rincón y lo guardo en mi memoria (y
corazón) como un tesoro secreto.
Sorpresa, el bosque es nuestro,
Fantaseo y nos veo, despojados de los miedos y las
telas que cubren nuestros cuerpos. Me quito las corazas a la vez que desnudo
mis pechos.
Fantaseo y nos veo, latiendo sobre esta tierra,
inundados en el agua sagrada de un rio tan real como el interno.
Riendo al ritmo del viento, protegidos por la sombra
de un árbol guardián.
Encendiéndonos con el
fuego, que no falte la yesca de tu mirada, que eleva siendo chispa hasta
convertirme en cenizas.
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