sábado, 24 de julio de 2021

 De vez en cuando me pongo a cantar
y de un salto me animo a sondear 

 Un mar de palabras que solo dan sed,
en la madrugada mi canto será un grito de fe. 

 En mi alfombra mágica me iré, sin destino ni rey,
Flor de Maracuyá, dónde estás que no te puedo ver (tu fruto probaré)

¡Ay de mí!, de mi latir. 
    Que alboroto en el corazón. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

En mi letargo, una taza de café es un oasis. No estoy sola. Junto a ellas buscamos una cafetería. Entre árboles, se esconden unas escaleras ...