viernes, 4 de marzo de 2022

El hogar de La Garza Blanca (y otros pájaros)

 En un rincón (siempre en algún rincón)
nieva nieve que no hiela. 
Podrían ser retazos de una flor o de un fruto de algodón que viene viajando desde muy lejos. 
O bien, podrían ser miguitas de las nubes que, en este precioso momento, vuelan casi tan rápido como corre el río dorado. En algunos otros rincones de ve rojo o blanco (el río). 
Mientras que el monte comienza
casi imperceptiblemente 
a amarillarse,
las copas de los sauces bostezan amarillo del sol, de tanto tanto sol. 
Al igual que una Mora juvenil que, aferrada a una piedra deslizante, 
es embebida (podría asegurar, en todas las estaciones), por el río. 
"¿Serán blancas o moradas sus moras?", 
le pregunto al futuro. 
Y como al futuro le gustan las adivinanzas, 
en sus pistas,
me pregunta si de verdad quiero saberlo. 




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