Entre lo tradicional y lo bizarro,
el peregrino encuentra refugio.
Y como puede echarse a andar verborrágico y sin miedo,
antes de morir,
funda el diccionario emocional.
En mi letargo, una taza de café es un oasis. No estoy sola. Junto a ellas buscamos una cafetería. Entre árboles, se esconden unas escaleras ...
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