lunes, 28 de enero de 2019

Nocturnas

(I)

Un mundo
(a)parte
(a)fuera
de mí.

Yo soy como
ese borde frágil
de una hoja
de papel que,
ante un brutal descuido,
te corta, fríamente, la piel
y te desangra al instante.


El viento me dijo que
este es
el ojo de la tormenta.
Y yo soy como un pájaro que nunca vio
la luz.
Nunca salí de la jaula porque no me sabía prisionera.
(No sé entonces por qué
creo conocer las tormentas y sus ojos).

...

Yo soy esa estrella
que al dibujarla
se convierte en telaraña
y te atrapa con su luz incandescente
hasta que te percates
de lo pegajoso
de tu encierro.

Porque en realidad
soy más de lo mismo.
Todo es igual (o fractal)
depende de cómo quieras decirlo.

...

No es fácil ser nostalgia
pero alguien debe de ser.

No es tan fácil ser creación.
Las gentes extrañas
te clavan la mirada queriéndote
penetrar profundamente.
¿Hacia dónde?
¿¿¿Hasta dónde queres llegar???

...

A tus pies
yo planto
cactus.
Delimito de la manera más engañosa
mis propios límites, porque en realidad sucede, que no me gusta limitarme.

Intento no dejar de ser
en el intento del amarse.
Vuelvo a mí cuando puedo volver
a escuchar
lo que dice el viento.

Vuelvo a mí cuando sudo
porque este fuego interno me ebullece.

...

Una noche
vi cómo la luna
fue un pequeño lunar
de indicio,
de inicios de ceguera,
en una gran pupila dilatada que es el cielo.
Y en la madrugada, lloró,
y los mares fueron de sangre.

Ahora me encuentro espejandome
en quién deseo.
Que el disfrute se olvide de los miedos.
¿Y a quién deseo?
Porque les veo y me derrito,
ahora la marea está dentro mío.

Pero no puedo dejar de hablar mal
de mí,
Y no quiero entregarme a la facilidad
de la esclavitud, porque es solo una ilusión de felicidad
Ni perderme por contentar a los demás.
Pero que fácil es hacerlo...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

En mi letargo, una taza de café es un oasis. No estoy sola. Junto a ellas buscamos una cafetería. Entre árboles, se esconden unas escaleras ...