domingo, 31 de marzo de 2019

Cuidar tus sueños
proteger tus rutas
Y susurrarle a tus oídos
vos podés

Acariciando tu pelo
ver los brillos de una pollera
y desear vertela puesta.

El barrio entra por una ventana ajena
sosteniendo una copa de vino,
intento que el humo de mi tabaco
no se impregne en tus sábanas.

El fuego no me deja apagarme
Aunque una gota de agua me toque
sin permiso
Miro el cielo buscando lluvia
pero solo encuentro a Marte y al
Imparable
Amanecer.

Me pregunto si seguiré durmiendo hasta el mediodía
agradeciendo verte como lo primero de mi día.

Boto el tabaco hacia el abismo
esperando no generar un incendio.

Un poco ebria
le confío a esta hora en que conviven  pájaros madrugadores
y murciélagos
cuánto es que te admiro.

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