Tomá
me dice, mientras me entrega un paquetito con yuyos dentro,
burrito pal mate.
Recibo la bolsa, agradezco, y mientras huelo... pienso: "Y sí, burrito pal mate. Porque todo el mundo sabe que el burrito va pal mate". Pienso, en cuántas cosas sabemos que van de una manera o de otra, (aunque el burrito vaya mucho más que para el mate).
A mí no me gusta el mate con yuyos. Osea, no me disgusta, lo acepto y disfruto muy de vez en cuando, y solo unos pares de mates, y depende la mano. Pero en realidad, no lo prefiero. Me gusta el mate amargo, de una yerba en particular, y sí estoy en otro universo, me gusta con un poco de café, y un poco de azúcar, porque me hace acordar a la primera vez que tomé un mate cafeinado, con mi abuela.
"Como cambian los gustos", me digo, mientras recuerdo las épocas oscuras en que tomaba mate con yerba cbc de hierbas serranas, y la asqueada que me pegué. Quizá por eso ahora no me gusta tanto el mate con yuyos, aunque una cosa es muy distinta a la otra. Y entre los cambios de gustos, pienso en todos los gustos que cambié y en los que no, como el helado, que me gusta de chocolates bien intensos y dulce de leche granizado, y nada más. Trato de rememorarme que otras cosas en mí se mantienen igual con el correr de los años, y se me dificulta demasiado la tarea, entonces prosigo hacia los pequeños cambios que han acontecido:
- Las telas me gustan viejas, ya que son las más suaves y perdurables, con los mejores estampados, y los cortes más originales.
- La casa me gusta limpia, lo más que se pueda. Con plantas de interior y yuyos colgando.
- Los sueños me gustan cuando hay presencia de animales que, por suerte, son la mayoría.
- La mañana me gusta en silencio y deshabitada, o sino, durmiendo.
- La tarde me gusta.
- El aire me gusta fresco y frío, en cualquier estación del año.
- La tierra me gusta monteada, libre y mojada. seca y espinuda, alta e inalcanzable, con secretos y dibujos.
- La música me gusta nueva y sorprendente, y también con historia y reliquias.
- Los poemas me gustan desconocidos, y los cuentos, fantásticos.
- Las historias me gustan contadas en primera persona, y en lo posible, cara a cara.
- La comida me gusta casera, siempre. Y con el ingrediente secreto de mi abuela, que es parte de todes aunque algunes no lo sepan. Casera y degustada por vez primera.
- Los abrazos me gustan íntimos.
- Los animales libres.
- Las personas me gustan transparentes y cuidadosas, y por sobretodo, conocedoras de sí mismas.
- Las noches me gustan despierta, con estrellas, y a veces, con tormenta.
- Los besos me gustan lentos.
- La mente me gusta descubridora y puesta en jaque.
- El cuerpo me gusta bailando y haciendo el amor, en ese orden.
- La piel me gusta suave, fresca por el río, y cálida por el sol.
- El mate me gusta cebarlo con la pava.
- El fuego me gusta lejos del monte nativo.
- La ruta me gusta desierta por momentos, solo para admirarla.
- Las montañas altas, para que me pongan en sintonía y medida real.
- Las charlas me gustan sinceras.
- Las manos me gustan haciendo ideas.
- Las canciones me gustan sentidas.
- La vida me gusta sentida.
- Los sentidos me gustan a flor de piel.
- Los sentimientos me gustan a flor de miel.
- Los espacios me gustan amplios.
- Los viajes me gustan a paso lento.
- Las películas me gustan en la cama.
- Las verduras me gustan de la huerta.
- Los pensamientos me gustan volando y rizomáticos.
y el burrito, me gusta floreciendo en el monte.
martes, 19 de enero de 2021
Burrito pal mate
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